Siempre escuche hablar de la gran riqueza de Venezuela, de las mas grandes reservas de petroleo, de las interminables tierras fértiles de los llanos, de la bella Isla de Margarita, del Salto Ángel, de la Belleza de Merida, de los Roques, del contraste de colonia Tovar, entre otras maravillas, y también, de la valentía y el legado histórico de los mas grandes libertadores de la Humanidad, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José Antonio Paez, Antonio José de Sucre, entre otros. Quienes sembraron la idea de una Venezuela en función de la Gran Colombia es decir de Latinoamerica. El líder de solidaridad Lech Walesa, con quien me toco compartir, en visita al 22 Congreso de la CMT, celebrado en Caracas, Venezuela en noviembre 1989, también se impresionó por el gran potencial en el turismo que tiene el país.

Pero, ¿cuál es la riqueza? ¿es el petroleo? ¿es PDVSA? No la mayor riqueza es la gente, es el valor del venezolano. Es por esto que es desastroso cuando se quiere humillar al pueblo poniéndolo a denpender de una tarjeta electrónica de alimentación. El Chavismo deliberadamente planifico construir una sociedad clientelista, dependiente de la renta petrolera, por eso destruyeron la producción agrícola, pecuaria, industrial y también, destruyeron el turismo y con ello destruyeron a Venezuela.

Con la tragedia del Banco Central de Venezuela (BCV), la debacle del Chavismo, la anarquía gubernamental y la desesperanza colectiva, la única salida es reconocer que el trabajo es la riqueza de Venezuela. La reconstrucción es costosa pero cada día que pasa sera mas costosa.
PRESIDENTE NICOLAS MADURO RECONOZCA QUE NO PUEDE CONDUCIR A VENEZUELA POR EL CAMINO DE LA PAZ Y EL PROGRESO.

 

Atentamente,

Alberto Castillo