La paradoja de la economía venezolana - Reflexiones de un estudiante


¿Cómo una potencia energética mundial como Venezuela se tiene que enfrentar a la escasez, inflación, inseguridad y devaluación?

Soy estudiante de economía y me sorprende que muchas respuestas se encuentren en las materias de primer semestre.

¿Conspiración imperialista, corrupción chavista o simplemente incapacidad?

Los objetivos macroeconómicos de un país por lo general son mejorar el nivel de empleo, la equidad, mantener la estabilidad monetaria, incentivar el crecimiento y propiciar el desarrollo económico y social.

La Venezuela del siglo XX no pudo cumplir esos objetivos que requieren de una reestructuración casi total y una fuerte voluntad política.

Sin embargo una esperanza se vislumbraba en el ex presidente Hugo Chávez, este debía conducir al país a una nueva era, pero las ansias de demostrar progreso produjeron populismo.

En la incertidumbre entre reformas estructurales vs gasto público ya sabemos por cual se decidió el grande del llano.

Yo en lo personal estoy de acuerdo con el gasto público mientras sea invertido y genere redistribución sin clientelismo.

Sin embargo el exorbitante gasto público generó déficit en el balance fiscal, el gobierno gastaba más de lo que recibía en impuestos y el aumento de la masa monetaria (cantidad de dinero) en circulación obviamente generaron inflación.

Con altas cantidades de dinero circulando y la contracción de la producción llegamos al punto en el que venezuela es el país con la mayor inflación en el mundo. Esta generó un aumento generalizado de los precios y el gobierno acudió a la fijación de estos acentuando el desabastecimiento y el desempleo.

Los productores y comerciantes vieron caer sus ganancias y por regla general de que nadie invierte para perder se detuvo aún más la producción y el comercio, lo cual generó desempleo.

El gobierno al ver que el país iba a un poso sin fondo optó por el control de divisas y el racionamiento de productos, lo cual generó un mercado negro especulativo.

Los ilustres asesores económicos del PSUV recomendaron expropiaciones puesto que la llamada burguesía apátrida se negaba a producir y supuestamente sacaban productos al mercado negro.

Estas expropiaciones le demostraron al gobierno que las empresas estaban operando con pérdidas y por lo tanto la propia producción estatal se vio estancada para lo cual se asistió del endeudamiento internacional para suplir las pérdidas.

En este caso los nacionalistas antiimperialistas tuvieron que vender la patria a china con enormes créditos.

En un giro de suerte para Maduro la olla se destapó en su gobierno. El estado ya estaba al tope de la deuda, con las reservas internacionales fuertemente reducidas y la necesidad de establecer un programa de austeridad que le otorgó una enorme disminución en su popularidad, además de la necesidad imperativa de devaluar la moneda y utilizar los recursos públicos para hacer frente a las enormes deudas.

La gente ha salido a la calle porque la administración de Maduro no garantiza la satisfacción de las necesidades básicas, así como seguridad, justicia y paz.

En este panorama ha surgido una campaña de manipulación mediática a nivel internacional. CNN, El país, NTN24 han parcializado su programación en favor de la oposición mientras que RT, Hispan TV, Telesur, VTV y demás televisoras, principalmente suramericanas, se han parcializado en favor del gobierno.

Golpe de estado o dictadura, la realidad es que Venezuela se encuentra en una grave crisis económica, política y social y con un creciente inconformismo e intolerancia.

El incapaz Nicolás Maduro no ha sabido generar consensos y sus actitudes represivas y arrogantes solo han logrado generar división y una mayor polarización en la población.

La intolerancia crece y Venezuela requiere del diálogo serio, horizontal y constante para salir de esta crisis. Sin embargo se confirma que los intentos de Maduro por dialogar responden a la tantas veces utilizada táctica de ceder para ganar tiempo y volver a la arrogancia característica del régimen.

Hermano Venezolano, no es hora de pasiones y segregación, debemos abandonar el divisionismo y plantearnos la reunificación de Venezuela y un proyecto incluyente para todos.

Por: Alberto Castillo Aroca


Alberto Castillo Aroca

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